Las ovejas regresan a Villaverde
Crónicas sobre los talleres con Zass en Villaverde


Los vecinos de esta localidad madrileña se convierten en ovejas por unas horas para dispersar las semillas del tercer paisaje.
Es necesario remontarnos décadas atrás para recordar la última vez que un rebaño de ovejas cruzó las calles de la capital. Sin embargo, eso no ha impedido a los vecinos de Villaverde enfundarse unos calentadores de lana una mañana de domingo para cumplir la importante tarea de estos animales.
A las 11 de la mañana del domingo 9 de octubre, varios ciudadanos empiezan a llegar a la salida del metro de Villaverde, dispuestos a dejar de ser vecinos para convertirse en ovejas por unas horas. Susana Jiménez Carmona, profesional del arte sonoro y colaborativo, nos propone realizar un paseo epizoocórico. Ella nos explica que la zoocoria es el proceso mediante el cual los animales son dispersores naturales de semillas. Las ovejas, concretamente, llevan recorriendo la Península Ibérica miles de años y son, en parte, las responsables de que el paisaje sea tal y como lo conocemos en la actualidad. Esto se debe a que ellas han transportado en sus vellones cientos de semillas que han ido recolectando de las plantas de las que se suelen alimentar, y las han ido dispersando a su paso.
En la actualidad es totalmente imposible encontrarse con un rebaño de ovejas en las zonas urbanas, por lo que su actividad ya no se lleva a cabo en lugares como Villaverde, cuyos paisajes son el resultado de la intervención humana. La propuesta de este paseo es atravesar lo que llamamos el tercer paisaje, un espacio marginal al margen del ordenamiento urbano lleno de posibilidades y futuro biológico. En este caso el tercer paisaje es un descampado de Villaverde, lleno de plantas ruderales, también conocidas como malas hierbas, enfundados en prendas de lana para realizar la misma actividad que las ovejas. En nuestro paseo atrapamos las semillas que habitan en la zona por la que caminamos en nuestra lana y, más tarde, las recolectamos en un tarro de vidrio para poder plantarlas. Pero los beneficios del paseo no solo son la replantación de semillas, sino que, al ir caminando, parte de la lana que forma nuestras prendas se va soltando y se dispersa por el descampado, convirtiéndose en vedijas que los pájaros pueden aprovechar para construir sus nidos.
Esta iniciativa, en la que ha colaborado Redes por el clima, forma parte del proyecto ZASS (zonas amarillas sensibles y sostenible) y es una de las actividades dentro de su programa para trabajar sobre el tercer paisaje, aprovechando al máximo todo lo que este nos puede dar para estudiar las especies silvestres e introducir las hierbas silvestres en la jardinería de la mano de la ciudadanía local.
En este paseo, además, atravesamos una de las vías pecuarias de Madrid, lo que nos permite darnos cuenta de que, la naturaleza siempre guarda una oportunidad para mejorar los espacios que nos rodean. A pesar de que a simple vista zonas como este descampado de Villaverde parecen abandonadas y desaprovechadas, con un poco de ayuda vecinal y de iniciativas como la de ZASS, podamos mejorar y aprovechar estos espacios de la mejor forma posible.
Tania Cancelo Toja